sábado, 5 de noviembre de 2011

Battlefield 3. El campo de batalla en casa.

Las orillas del Sena son un hervidero de tiros, muerte y destrucción. El Comandante nos indica que tres manzanas más arriba se ha divisado un blindado enemigo. ¿¿¿Porqué diantres me especializaría en medicina de campaña??? No creo que armado con los desfibriladores logre vencer a ese cabrón. ya oigo los zambombazos del T90, barriendo paredes, suelos, carne y huesos.


Corro hacia arriba en busca de mis compañeros de patrulla. No cabe duda de que le echan narices, aunque veremos lo que duran. En mi alocada carrera que me aleja del Sena, y en busca del blindado de los cojones, me encuentro con un mindundi que me ciega con el laser de su arma ¿amigo o enemigo...? Los disparos que  pasan silbando por mi cabeza me dan la respuesta. En plan John Wayne, alzo mi M416 y de tres rápidas ráfagas le quito la tontería. Con la primera se agachó, pero las otras dos se las ha comido como está mandado. Reanudo mi carrera, pero antes de cruzar la esquina veo otro pimpollo (esta vez si distingo que es enemigo) premanece agachado en la misma esquina, de espaldas a un servidor. ¡Esta es la mía! Saco mi machete reglamentario y de un rápido tajo, lo mando al otro barrio. Su muerte no ha sido en vano, ya que su dog-tag formará desde ahora parte de mi colección. Ocupo el lugar del pobre infeliz en la esquina, y echo un ojo, sin asomar mucho el melón, que está muy cotizado ultimamente.

Hace un buen rato que no sé nada del lider de mi patrulla. Ese ha ido a hacer la guerra por su cuenta. En fin, intentaré llegar hasta mis otros dos compis de patrulla, que si están colaborando para ganar esta guerra. Vuelvo a echar otro vistazo: Allí al fondo está el blindado. Su torreta gira sin parar, en búqueda de algún pobre saco de huesos dispuesto a morir por la causa. En frente del T90 se encuentra el objetivo que tenemos que tomar. A ver quien es el guapo de cara que asoma el jepeto. Un pobre infeliz de otra patrulla de nuestro bando tiene la desafortunada idea de asomar el jepeto por una ventana cercana al tanque. Mala idea. En un instante la pared y el infeliz han desaparecido, junto con las esperanzas de volar el tanque porque quien ha muerto llevaba un RPG, que hubiese venido de perlas para liquidar al puto tanque.


Finalmente aparece uno de los compis de patrulla. No recuerdo su nombre pero me alegra saber que es el ingeniero. Lleva otro RPG. Amparado por un contenedor de basura, prepara el arma. El tanque enemigo no se ha percatado de él. Apunta, y... FSSSSSSSHHHH... BOOOOM! Impacto de pleno. Tocado pero no hundido, ese bicho es más resistente de lo que parece. Para más INRI se baja uno de los tripulantes, saca su soldador y empieza a repararlo. No lo pienso dos veces, desde mi esquina le encañono con mi arma y de una ráfaga certera el sujeto en cuestión pasa a mejor vida. Ello ha atraido la atención del conductor del tanque, que gira la torreta hacia mi... ¡maldición! Un disparo, y luego se hace el silencio... todo va a camara lenta. Donde antes había una esquina ahora hay un agujero del tamaño de mi cuenta bancaria. me incorporo lentamente y me preparo para el tiro de gracia, ya que estoy aturdidoy no creo que pueda recular para atrás.

FSSSSSSSHHHH... BOOOOM!

Mi compi de patrulla, aquel del que sigo sin recordar su nombre ha tenido tiempo de recargar el RPG y de otro disparo vuela al tanque ¡¡¡me ha salvado el culo!!! Completamente recuperado del disparo del T90, me levanto y corro calle arriba, hacia el objetivo que hay que tomar. Corro pegado a la pared y paro cada diez segundos para echar un rápido vistazo a mi alrededor. Finalmente llego hacia el objetivo, una pequeña plazoleta, rodeada de casas semiderruidas, comercios destrozados, y cerca de lo que en su día debió ser un autobus, a juzgar por el amasijo de hierros retorcidos que se iergue frente a mi. Me ecuentro con mi compañero de patrulla y otros dos soldados de otras patrullas que apuntan inquietos en todas direcciiones en busca de la inminente llegada del enemigo.

Unos instantes más y lo habremos logrado...

Espero que os haya gustado este minirrelato que no es sino una de las experiencias que os esperan con Battlefield 3 (en mi caso la versión de Xbox 360) Un juego del que en mi próxima entrada os hablaré más a fondo.

Os dejo de aperitivo un ejemplificativo video de un youtuber, Juaesal (gracias, majo), que amablemente me ha dejado publicar aquí, en el que aparece el escenario (Cruce del Sena) que he mencionado en mi relato. Por supuesto si os gusta, hacedselo saber y ponerle cmo favorito, amén de suscribiros. Aquí va:










martes, 27 de septiembre de 2011

Preparados para zarpar...

Bueno, esta es la "refinitiva". Silent Hunter 5 instalado, batiburrillo de mods instalado, solicitando órdenes al Oberkommand. Los hombres ya cargan los chorizos, salchichas, los platanos, y el resto de alimentos perecederos a bordo. Antes hicieron otro tanto con la comida enlatada (esa que nos matará si no lo hace el enemigo antes).

Los torpedos ya están en sus correspondiente s alojamientos, y hace un buen día para zarpar.


Allá vamos...

viernes, 18 de febrero de 2011

Viernes, la meta a a alcanzar entresemana

¡Por fin es viernes!

Toda la semana luchando por llegar al viernes, sorteando al cansancio, a los marrones en el curro, al Gran Hermano (ni sé por qué edición va el "experimento sociológico" de la esquizofrénica Milá), el fiasco del OT, o los callejeros viajeros,  y otras aberraciones. La verdad es que esta semana ha estado surtidita de "cine casero" por lo que afortunadamente no he echado de menos la programación habitual.
Encima, este viernes no curro por la tarde. Meeenos mal, porque estoy de multas hasta las orejas y más allá.


La verdad es que ahora no me siento muy inspirado para escribir, así que  nos vemos luego. Son las ventajas de ser el único lector del blog-diario de uno mismo. Además, tengo una jaba encima...

PD: Por cierto, AUPA el ENSEANCHE DE VALLEKAS.

jueves, 17 de febrero de 2011

Terror de andar por casa.

Noche de cine en casa...

Película de presupuesto mínimo, argumento previsible y manido, y sustos "precocinados". Paranormal Activity reúne todos los elementos necesarios para convertirse en un coñazo de hora y pico. Todo para llegar a un final más previsible aún, y en mi humilde opinión, algo descafeinado.


Un intento casero y con un barniz cutre de emular el terror y la sensación de angustia que me produjo aquella peli de 1981, The entity, en la que un ser demoniaco se lo pasa pipa con la protagonista, haciendole perrerías (violaciones incluídas). Queda demostrado que la originalidad de La Bruja de Blair se agotó en si misma.

No sé, quizá sea de la vieja escuela, de aquella que creció con la imagen del payaso de juguete de Poltergeist o el diabólico árbol que trataba de agarrar al crio de la misma película. Aquella que se desesperaba cuando a Ripley en su frenética huida de la Nostomo se paraba a buscar al gato (puto gato), a sabiendas de que el terrible alienígena de doble dentadura podía acechar detrás de cualquier esquina. Diría aquello de que eran tiempos mejores. Pero es que es verdad aquello que decía la canción de que "cualquier tiempo pasado nos parece mejor.
Ya están aquiiiiii...

Será por eso de estar ya de lleno en plena treintena (no se si ésta lleva crisis aparejada) pero de un tiempo a esta parte me siento bastante nostálgico de los años 80- Y eso que siempre me ha parecido una época bastante insulsa.

Bueno, mañana me dicen donde y cómo es el piso que me ha tocado- Preveo un día largo.

Me voy a dormir.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Memorias de un desmemoriado...

Aqui estoy en el trono, tras un día duro en el curro, dejando que mis dedos piensen por mi y tecleen a su libre albedrío. Nadie diría que hace apenas 24 horas antes no sabía que había sido seleccionado por la EMVS para ser el nuevo inquilino de un piso. Nadie diría que en menos de otras 24 horas conoceré los detalles del que puede ser mi hogar durante los próximos años.

Pero ahora no es momento para pensar. Una buena peli vista desde el sofá con mi chica. Eso es lo que necesito. Eso es lo que quiero ahora. No escribo para nadie más que para mí. Pero si quieres leerme, estás invitado. Quizás descubras que tenemos más cosas en común de las que crees.

Aqui empiezan las memorias de este desmemoriado, y durarán lo que tengan que durar. ni más, ni menos.

Se acabó la sesión en el trono.